Hoy en día es muy común que nos guste algún deportista, cantante, escritor, etc. El que nos guste quiere decir que nos interesa su actividad artística y que estamos en continuo contacto con ella, pero cuando este interés es muy intenso a esa persona se le denomina fan.
En esta entrada voy a hablar del fanatismo actual, pero para entenderlo hay que saber los orígenes y tipos del fanatismo.
Al principio de los tiempos, en la Prehistoria, los hombres adoraban a cosas tan simples como el agua, el cielo, las estrellas, etc. , es decir, a todo lo que les rodeaba.
En la época griega y romana se avanzó un poco más, ya que ahora se adoraba a figuras humanas o semi-humanas como eran los dioses y semi-dioses. En estas figuras ya se encontraron los primeros rasgos de vanidad que ahora utilizan las estrellas del pop, y aparecieron por primera vez los cambios de imagen para atraer a las mujeres, como en el caso de Zeus que se transformó en toro para conquistar a Europa, la diosa amante de los animales.
Hasta esta época el fanatismo se había considerado inofensivo, pero con la aparición de Jesús y las religiones monoteístas la peligrosidad aumentó considerablemente, ya que toda su atención y adoración iba dirigida a un sólo objeto.
Hasta esta época el fanatismo sólo se había visto relacionado con la religión o algún personaje relevante, pero a partir de los años 50 la música acogería al fenómeno fan y se mantendría hasta nuestros días.
La llegada del rock and roll hizo que muchos jóvenes cambiaran su conducta y actuaran de forma más rebelde, Elvis Presley fue el detonante de este cambio, aunque Frank Sinatra, en los 40, ya había reunido una serie de club de fans y había provocado el delirio de las jovencitas.
En la década de los 60 aparecieron los Beatles, que de nuevo provocaron el fenómeno fan. Con sus flequillos y melodías irresistibles, John, Paul. George y Ringo conquistaron el mundo y cambiaron la cara del pop. En esta época se inventó la minifalda y las chicas lucieron por fin sus piernas, lo que supuso un gran cambio en la sociedad conservadora de entonces. A la vez de los Beatles aparecieron los Rolling Stones, que también desataron el fenómeno fan.
En los años 70 los productores empezaron a percatarse de que los adolescentes poseían un amplio poder adquisitivo, y es por ello que crearon ídolos acordes con los gustos de los adolescentes. Estos eran muchachos de cara bonita y que no tenían un nivel musical muy exigente. Así aparecieron nombres como Leif Garrett, The Osmonds, David Cassidy, Shaun Cassidy o, en España, Los Pecos y Miguel Bosé.
En los años 80 apareció la MTV, canal mediante el cual se explotaba el fenómeno fan. De esta manera, todos los artistas de esta época estaban destinados para el público adolescente y tenían una corta vida musical, ya que rápidamente eran sustituidos por otro.Y, por encima de todos, una ambiciosa mujer reinó durante la década: Madonna.
En los 90 el fenómeno fan se multiplicó con la aparición de las boybands y girlbands en los que estaban perfectamente conjuntados la imagen y el mercado. Destacaron las Spice Girls, Take That, Backstreet Boys o 'N Sync,en el caso de los chicos. También se produjo el boom latino con Ricky Martin y Enrique Iglesias como protagonistas. En el campo del rock se produjo la explosión del grunge y el rock alternativo, con Nirvana a la cabeza y Kurt Cobain como mártir.
A comienzos del nuevo siglo, se sigue explotando el fenómeno fan con artistas femeninas como Britney Spears, Christina Aguilera, Shakira, Destiny's Child y Beyoncé, Pink, Avril Lavigne.
Hoy en día este fenómeno fan se mantiene por dos simples razones: el público femenino puede identificarse con algunos modelos a imitar, y el público masculino siempre está contento de ver alguna cara bonita o algún cuerpo explosivo.
OPINIÓN
Según mi opinión, el fenómeno fan tiene su parte buena y su parte mala, como todo en esta vida. Por un lado están los fans agresivos que harían cualquier cosa por ver a sus ídolos, incluso acabar con la vida de una persona o con la suya propia. Los ejemplos que más me han llamado la atención han sido: un fan ruso de Michael Jackson que tras la desaparición del rey del pop decidió suicidarse; a la cantante country Dolly Parton le dejaron un bebé en la puerta de su casa alegando que la madre del niño quería que ella le cuidara; y, por último, el caso de una fan del cantante Drake que se tatuó el nombre del rapero en la frente en mayúsculas.
La otra cara del fenómeno fan es mucho más pacífica. Para mí los fans inofensivos, los verdaderos fans, son aquellos a los que les gusta un cantante, deportista, equipo, escritor, etc. y que siga sus pasos, pero siempre desde un punto racional, no realizando actos exagerados o hirientes. Por ejemplo, el otro día fui a un concierto en el que en una canción todos los fans alzaron un cartel en el que ponía "Gracias". Este hecho me hizo pensar que en muchos casos los artistas ayudan a sus fans a llevar su vida por el buen camino y a superar ciertas situaciones complicadas de la vida.