
Por otro lado, también me llamó la atención que una de las chicas decía que nunca le contaba nada a sus padres porque no lo entenderían, porque pensarían que no tiene importancia y porque parece que nunca han tenido su edad. A esto se le podría llamar: empatía parental. La mayoría de los adolescentes tenemos ciertas dificultades para contar a nuestros padres nuestros problemas, pensando que no lo entenderán, pero, ¿por qué no lo entienden? Es cierto que la gran parte de los padres piensan que los problemas de sus hijos son tonterías porque sus propios problemas son muy importantes, pero la cuestión está en que no se dan cuenta de que para sus hijos, que no viven en el mundo de los adultos, sus problemas son los más importantes del mundo porque no han conocido todavía la magnitud de los problemas adultos; y el hecho de que parezca que nunca han sido adolescentes tiene una simple explicación: no se acuerdan o no quieren acordarse. Es como cuando te mudas de una casa pequeña a una mansión, la nueva es mejor y más grande, por lo que, ya ni te acuerdas ni quieres acordarte de tu antigua casa, y aquellas personas que viven en una casa pequeña te parecen inferiores, cuando tú mismo hasta hace poco tiempo habías sido uno de ellos.El final de la película me traumatizó temporalmente porque no me lo esperaba, en ese tipo de hermandad habían tramado un plan que las hacía diferentes al resto, yo no pensaba en ningún momento que ese plan fuera quedarse embarazadas todas a la vez. Es un final bastante excéntrico desde mi punto de vista, pero ver cómo las protagonistas se sonreían entre ellas me dejó totalmente impresionada. Ellas estaban contentas de que su plan hubiera salido a la perfección y de que lo hubieran hecho juntas, pero yo pienso que si quieres ser especial no hace falta hacer cosas muy grandes y disparatadas, para ser especial sólo es necesario hacer pequeñas cosas y bien hechas, cosas que te distingan de los demás pero para bien.
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